Panameños del interior del país no dudaron en participar de la visita del papa Francisco, evento de gran proyección internacional.
Llegaron desde Penonomé
A las 3:00 a.m del miércoles se levantó Rosa Pinzón, oriunda de Penonomé, para llegar a la capital y poder abarcar un sitio cerca de las barandas por donde el papa Francisco realizaría su recorrido.
Ella y toda su familia se armaron con comida, agua, sillas, todo con la esperanza de estar a un metros del Sumo Pontífice y poder contar con su bendición.
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Diario DiaaDia (@DiaaDiaPa) 23 de enero de 2019
El viaje según la familia estaba planeado desde hace muchos meses, así que estaban preparados para el sol o la lluvia.
Aguadulce dijo presente
El Protocolo de recibimiento de Su Santidad, difiere del que reciben otros Jefes de Estado. Es uno de los líderes mundiales más reconocidos alrededor del mundo. #FTCJMJ2019 @Pontifex_es pic.twitter.com/F2KTBO8S3g
Dir. de Apoyo JMJ 2019 (@OficialJMJ2019) 23 de enero de 2019
No lo pensó más y agarró a sus dos nietas para venir a la ciudad capital. Así reaccionó Emlida Tuñón, una panameña, quien su sueño era ver al papa.
Vivir en Nata de los Caballeros, un corregimiento y ciudad cabecera del distrito de Natá en la provincia de Coclé, no la limitó.
Conocer, aunque sea desde lejos al papa era un hecho único en la historia, el cual no se iba a volver a repetir, explicó esta señora a la espera de su hermana.
De pie y sus nietas sentadas en un banquillo, esperaban cinco horas antes el recorrido de papa Francisco, a un costada de la Basílica Don Bosco, en el corregimiento de Calidonia.
Me vine con ella dos (nietas) y mi hermana, quien vive en Arraiján para ser parte de este momento, dijo muy emocionada a este diario.
Policías dieron apoyo a los peregrinos
Vigilancia. Más de 5 mil unidades de la Policía Nacional (PN) se encontraban desplegados en la ciudad capital para garantizar la seguridad con la visita del papa. Además, los uniformados estaban dando apoyo en las vías principales donde estaban los semáforos para que peregrinos y panameños pudieran cruzar y así colocarse en un lugar cerca de las calle por donde iba a pasar el Santo Padre.